viernes, 6 de diciembre de 2013

El químico español por el que se pelean las grandes petroleras del mundo

La relevancia de la tecnología que el químico español Javier García Martínez (Logroño, 1973) tiene entre manos no se corresponde con el volumen de sus apariciones en prensa. Ha hallado el método que las multinacionales petroleras llevaban buscando, sin éxito, invirtiendo millones, durante medio siglo: un catalizador que permite mejorar el rendimiento de las refinerías a la hora de transformar el crudo en carburante. Gracias a su trabajo, cada barril de petróleo vale más. De momento, la mayor petrolera del mundo, Saudi Aramco, entre otras muchas, ya engrosa su cartera de clientes.


Tras formarse en el MIT, actualmente dirige el Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante. Antes, en 2008, había fundado en Estados Unidos Rive Technology Inc, la compañía donde ha volcado, mediante un proceso de transferencia tecnológica ejemplar, sus valiosas patentes, en total más de cuarenta.




A través de esta firma, el químico se ha propuesto revolucionar uno de los principales acontecimientos industriales del siglo pasado: los procesos para el refino del petróleo. "En el siglo XX se desarrolló la industria química y energética de una forma espectacular, pero hay que adaptarla al siglo XXI, en especial desde la perspectiva de la eficiencia. Debe producirse un cambio disruptivo, de lo contrario estamos abocados a acabar con los recursos naturales".


Nanotecnología aplicada


Su campo de acción es la nanotecnología aplicada a los nuevos materiales, una línea de investigación que le ha conducido al hallazgo por el que ahora se pelean las grandes petroleras del mundo. "La industria química ha podido desarrollarse gracias al uso de catalizadores. Con ellos somos capaces de forzar los procesos químicos en la dirección de las sustancias que deseamos, impidiendo que se formen productos de escaso interés", explica a Teknautas.


A lo largo del tiempo, la industria ha introducido distintos catalizadores en la mayoría de los procesos de refino de petróleo, hallando en las zeolitas una sustancia clave para el desarrollo del sector. "Gracias a ellos logramos producir gasolina y diésel a partir del crudo de forma muy eficiente. Pero tienen un gran inconveniente, sus canales son demasiado pequeños. Las zeolitas funcionan, pero las moléculas de los hidrocarburos son cada vez mayores y las firmas se encuentran cada vez con más problemas para transformar el petróleo".






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