miércoles, 15 de enero de 2014

Una estrella 'fabricada' en el laboratorio

Científicos españoles construirán 3 máquinas para reproducir la atmósfera de una estrella.

El polvo estelar dio origen a planetas rocosos como la Tierra.

La construcción de grandes telescopios, tanto en la tierra como en el espacio, está permitiendo a los astrofísicos observar galaxias y estrellas y estudiar su composición de una forma que ni siquiera habían podido imaginar hace pocos años. Sin embargo, hay todavía muchos enigmas sobre su formación y los mecanismos que permitieron que el polvo de estrella diera lugar a planetas rocosos como la Tierra.
¿Y si se pudieran reproducir en un laboratorio los procesos químicos que ocurren en el espacio? Esta idea se les ha ocurrido ya a un equipo de astrofísicos españoles liderados por José Cernicharo y está a punto de hacerse realidad gracias a los 15 millones de euros que les acaba de conceder la Comisión Europea.

En plantilla de Nanocosmos habrá un total de 40 astrónomos e ingenieros, una cifra que se doblará a medida que avance el proyecto. Aproximadamente el 70% del personal será español o trabajará en los institutos de nuestro país asociados.

Un horno para 'cocinar' una gigante roja

La máquina principal, bautizada como Stardust (polvo de estrella en inglés), constará de un tubo de cinco metros de longitud y estará instalada en el Instituto de Ciencias de Materiales, situado en el campus de la Universidad Autónoma de Madrid. Se tardará un par de años en construirla. Se trata de una especie de horno en el que se cocinará una estrella gigante roja reproduciendo las condiciones físicas y químicas que se dan en la formación de los granos de polvo a una temperatura que irá descendiendo de los 1.500º C a los 300 º C para simular los procesos que ocurren en el medio interestelar: «Empezaremos en la zona más caliente y dejaremos que el gas vaya enfriándose, formando nanopartículas similares a las que se forman en torno a las estrellas y analizándolas», añade.
«La composición del gas a partir del cual formaremos granos de polvo será similar a la obtenida, a partir de observaciones astronómicas, de las atmósferas de esas estrellas». El ingrediente para reproducir el gas será esencialmente una mezcla de hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, azufre, silicio, titanio, hierro y otros metales. Primero comenzarán con una atmósfera pura en hidrógeno y carbono y, poco a poco, irán complicando el experimento.


La segunda máquina simulará lo que le ocurre al gas que hay en torno a la estrella, es decir a las moléculas en fase gaseosa. Por último, la tercera cámara se instalará en Toulouse y se encargará de deshacer y analizar la estructura molecular de los granos de polvo fabricados en la Stardust.

De izquierda a derecha, José Ángel Martín Gago, Christine Joblin y José Cernicharo, en la sala de máquinas de simulación del Centro de Astrobiología



Aplicaciones en otros campos

Las aplicaciones que estos experimentos tendrán en otros campos: «Nanocosmos va a producir nanopartículas utilizando condiciones físicas muy especiales, y las nanopartículas tienen aplicaciones mucho más allá de la astrofísica, como las ciencias de materiales, la industria, las comunicaciones, la química o la biotecnología», sostiene.

Aunque a muy pequeña escala, Nanocosmos recuerda en cierto modo al experimento del Gran Colisionador de Hadrones del CERN en el que se reproducen las condiciones que se dieron tras el Big Bang..

Estos procesos de condensación de gas y polvo, recuerda el científico, son los mismos que ocurrieron en el momento de la formación de nuestro sistema solar hace unos 4.500 millones de años. Y es que, al fin y al cabo, «somos polvo de estrellas».

POR FRAN FERNÁNDEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario